10. Aquel día -oráculo del Señor- se oirá un clamor desde la puerta de los Peces, un alarido desde la Ciudad nueva y un gran estruendo desde las colinas.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina