54. Tomó David la cabeza del filisteo, y la llevó a Jerusalén; pero sus armas las colocó en su tienda.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina