27. Al día siguiente del novilunio, el segundo día, se fijaron en el asiento de David, y Saúl dijo a su hijo Jonatán: ¿Por qué no ha venido a comer ni ayer ni hoy el hijo de Jesé?»





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina