Isaías, 9

La Biblia de Jerusalén

1 El pueblo que andaba a oscuras

2 vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras, una luz brilló sobre ellos. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega, como se regocijan repartiendo botín.

3 Porque el yugo que les pesaba y la pinga de su hombro - la vara de su tirano - has roto, como el día de Madián.

4 Porque toda bota que taconea con ruido, y el manto rebozado en sangre serán para la quema, pasto del fuego.

5 Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Estará el señorío sobre su hombro, y se llamará su nombre «Maravilla de Consejero», «Dios Fuerte», «Siempre Padre», «Príncipe de Paz».

6 Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia, Desde ahora y hasta siempre, el celo de Yahveh Sebaot hará eso.

7 Una palabra ha proferido el Señor en Jacob, y ha caído en Israel.

8 Sabedla, pueblo todo, Efraím y los habitantes de Samaría, los que con arrogancia y engreimiento dicen:

9 «Los ladrillos han caído, pero de sillar edificaremos; los sicómoros fueron talados, pero por cedros los cambiaremos.»

10 Pues bien, Yahveh ha dado ventaja a su adversario, Rasón, y azuzó a sus enemigos:

11 Aram por delante y los filisteos por detrás, devoraron a Israel a boca llena. Con todo eso no se ha calmado su ira, y aún sigue su mano extendida.

12 Pero el pueblo no se volvió hacia el que le castigaba, no buscaron a Yahveh Sebaot.

13 Por eso ha cercenado Yahveh a Israel cabeza y cola, palmera y junco, en un mismo día.

14 El anciano y honorable es la cabeza, y el profeta impostor es la cola.

15 Los directores de este pueblo han resultado desviadores, y sus dirigidos, extraviados.

16 Por eso, de sus jóvenes no se apiadará el Señor, con sus huérfanos y viudas no tendrá misericordia, pues todos son impíos y malvados, y toda boca profiere majadería Con todo eso no se ha calmado su ira, y aún sigue su mano extendida.

17 Porque ha ardido como fuego la maldad, zarza y espino devora, y va a prender en las espesuras del bosque: ya se estiran en columna de humo.

18 Por el arrebato de Yahveh la tierra ha sido quemada, y es el pueblo como pasto de fuego; nadie tiene piedad de su hermano,

19 Corta a diestra y queda con hambre, come a siniestra y no se sacia; cada uno se come la carne de su brazo.

20 Manasés devora a Efraím Efraím a Manasés, y ambos a una van contra Judá. Con todo eso no se ha calmado su ira, y aún sigue su mano extendida.




Versículos relacionados com Isaías, 9:

Isaiah 9 es un capítulo que trae un mensaje de esperanza, prometiendo la llegada de un gran líder que traerá la luz a un pueblo que está en la oscuridad. Este líder se describe como un niño que se nos dará, cuyo gobierno traerá paz, justicia y seguridad. Para encontrar versos relacionados con los temas abordados en Isaías 9, podemos buscar pasajes que hablen de la esperanza en la venida de un salvador, la luz que traerá y la paz que traerá su gobierno.

Isaías 42:1: "Aquí está mi sirviente, a quien apoyo a mi elegido, a quien tengo placer. Le pongo mi espíritu, y él traerá justicia a las naciones". Este versículo habla sobre el siervo elegido por Dios que traerá justicia a las naciones, similar a la descripción del líder prometido en Isaías 9.

Lucas 1:79: "Iluminar a los que están sentados en la oscuridad y la sombra de la muerte para dirigir nuestros pies en el camino de la paz". Este versículo habla sobre Juan el Bautista, quien preparó el camino para la llegada del Mesías, que es la luz para los que están en la oscuridad, como se describe en Isaías 9.

Juan 14:27: "Dejo su paz; mi paz les da. No lo doy como el mundo lo da. No está perturbado para tu corazón, ni tengo miedo". Este versículo habla sobre la paz que Jesús deja a sus discípulos y cómo esta paz es diferente de la paz que el mundo puede ofrecer, similar a la paz que el líder prometió en Isaías 9 traerá.

Hechos 26:18: "Que puedan recibir el perdón de los pecados y la herencia entre los que son santificados por la fe en mí". Este versículo habla sobre la herencia que se le da a todos los que reciben el perdón de sus pecados por fe en Jesús, similar a la promesa de un gobierno de paz y justicia que se describe en Isaías 9.

Apocalipsis 21:23: "La ciudad no necesita sol o luna para brillar sobre ella, porque la gloria de Dios lo ilumina, y el cordero es su lámpara". Este versículo habla sobre la luz que ilumina la Nueva Jerusalén, la Ciudad de Dios, similar a la descripción de la luz que traerá el líder prometido en Isaías 9.



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