Proverbios, 5
12. y digas: «Ay de mí, que he odiado la instrucción, mi corazón ha despreciado los reproches,
12. y digas: «Ay de mí, que he odiado la instrucción, mi corazón ha despreciado los reproches,
“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina