Salmos, 111

2. Guímel. Grandes son las obras de Yahveh, Dálet. meditadas por los que en ellas se complacen.

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El Salmo 111 es una canción de alabanza a Dios, destacando su grandeza y poder, así como sus maravillosas obras para su gente. El salmista comienza el salmo proclamando que dará gracias al Señor con todo su corazón y con la asamblea de los justos (v. 1). Luego, enumera algunas de las grandes obras que Dios ha hecho por su pueblo. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en el Salmo 111:

Salmo 92:4: "Para ti, Señor, te regocijaste por tu hecho; me regocijaré en las obras de tus manos". Este versículo destaca la alegría que siente el salmista al contemplar las maravillosas obras de Dios, que es un tema común para el Salmo 111.

Salmo 103:2: "Bendice, oh alma, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios". Al igual que el Salmo 111, este versículo enfatiza la importancia de recordar las grandes obras de Dios y dar gracias a él por sus bendiciones.

Salmo 145:4: "Una generación alabará sus obras al otro y anunciará sus poderosos". Este versículo destaca la importancia de compartir el testimonio de las grandes obras de Dios de una generación a otra, que está en línea con el tema del Salmo 111.

Salmo 107:31: "Exaltarlo en la congregación del pueblo y alabarlo en la asamblea de los ancianos". Este versículo destaca la importancia de alabar a Dios en la comunidad, que es un tema central en el Salmo 111.

Salmo 139:14: "Te alaba, porque de una manera terrible y tan maravillosa me formaron; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien". Este versículo enfatiza la maravilla de la creación humana y destaca la grandeza de las obras de Dios, que está en línea con los temas abordados en el Salmo 111.