19. Entonces el ángel de Dios, que iba delante de las huestes de Israel, se puso en marcha y se colocó detrás de ellos. Se puso igualmente en marcha la columna de nube, que también fue a situarse detrás de ellos,





“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina