33. Y tú, hijo de hombre, profetiza y di: Esto dice el Señor Dios contra los amonitas y contra sus insultos. Les dirás: ¡La espada, la espada está desenvainada para la matanza, bruñida para exterminar, fulgurar,





“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina