24. Allí yace Elán con todos sus guerreros en torno a su sepulcro; todos muertos, caídos a espada, hundidos como incircuncisos en las moradas subterráneas, ellos que sembraban el pánico en la tierra de los vivos. Han cargado con su ignominia junto a aquellos que bajan a la fosa.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina