42. Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán, el Terror de Isaac, no hubiera estado conmigo, tú me habrías enviado con las manos vacías. Dios vio mi dolor y el trabajo de mis manos, y ayer por la noche sentenció".





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina