II Samuel, 22
3. mi Dios, mi roca, donde yo me refugio, mi escudo protector, mi salvación, mi asilo. Tú me salvas de la violencia.
3. mi Dios, mi roca, donde yo me refugio, mi escudo protector, mi salvación, mi asilo. Tú me salvas de la violencia.
Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina