18. Mas los israelitas no los mataron, porque los jefes del pueblo les habían jurado por el Señor, Dios de Israel, que les perdonarían la vida. Pero toda la comunidad murmuraba contra los jefes,





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina