Lucas, 8
17. Porque nada hay oculto que no sea descubierto, ni secreto que no sea conocido y puesto en claro.
17. Porque nada hay oculto que no sea descubierto, ni secreto que no sea conocido y puesto en claro.
“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina