15. Llegaron a Jerusalén y, entrando en el templo, echó a los que estaban allí vendiendo y comprando; volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas,





“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina