6. Que tus oídos estén atentos y tus ojos abiertos para escuchar la plegaria de tu siervo, que yo derramo ahora ante ti, día y noche, por los israelitas tus siervos, confesando los pecados que ellos han cometido contra ti. Yo mismo y la casa de mi padre hemos pecado;





“Deus sempre nos dá o que é melhor para nós.” São Padre Pio de Pietrelcina