5. El Señor bajó en la columna de nube y se paró a la entrada de la tienda. Llamó a Aarón y a María, y los dos se acercaron.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina