23. Llegaron hasta el valle de Escol, donde cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, lo colgaron de un palo y se lo llevaron entre dos. Recogieron también granadas e higos.





“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina