Salmos, 28
5. No se fijan en los hechos del Señor ni en la obra de sus manos: que él los destruya y ya no se alcen más.
5. No se fijan en los hechos del Señor ni en la obra de sus manos: que él los destruya y ya no se alcen más.
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina