Salmos, 39

13. Escucha, Señor, mi grito suplicante; presta oído a mis llantos y no te hagas el sordo, pues yo soy un invitado tuyo; un huésped, como todos mis padres.

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El Salmo 39 es un salmo de lamentación, donde el salmista expresa su angustia frente a la brevedad de la vida y la inevitabilidad de la muerte. Él pide a Dios por ayuda y orientación, reconociendo que su vida es frágil y fugaz. A continuación se presentan cinco versos bíblicos relacionados con los temas abordados en este salmo:

Trabajo 14:5 - "Dado que sus días están determinados, con usted es el número de sus meses; y usted le ha establecido límites, para que no pase más allá de ellos". Este versículo habla sobre la brevedad de la vida y cómo los días de una persona son contados y limitados por Dios.

Salmo 90:12 - "Enséñanos a contar nuestros días de tal manera que llegamos a los corazones sabios". Este versículo destaca la importancia de reconocer la brevedad de la vida y vivir sabiamente mientras tienes tiempo.

Hebreos 9:27 - "Y justo cuando los hombres se les ordena morir una vez, después de eso, el juicio". Este versículo habla sobre la inevitabilidad de la muerte y el juicio.

Salmo 119:25 - "Mi alma está unida al polvo; me aceleran de acuerdo con tu palabra". Este versículo refleja la misma sensación que el salmista de que la vida es frágil y fugaz y llora a Dios por la vida y la orientación.

Juan 11:25-26- "Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, a pesar de que él muere, vivirá; y todos los que viven y crean en mí no morirán, para siempre. ¿Cree esto?" Este versículo apunta a la esperanza de la resurrección y la vida eterna a través de Jesucristo.