31. Sus servidores le dijeron: «Hemos oído decir que los reyes de Israel son generosos; deja que nos pongamos sacos en la espalda y sogas en el cuello y vayamos a hablar con el rey de Israel. A lo mejor te perdona la vida.»





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina