11. y le hizo el siguiente voto: «¡Oh Yavé de los Ejércitos! Si es que te dignas mirar la aflicción de tu esclava, te acuerdas de mí y no me olvidas, dame un hijo varón. Yo te lo entregaré por todos los días de su vida y la navaja no pasará por su cabeza.»





“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina