15. Jeroboam instituyó sus propios sacerdotes para sus santuarios altos, para el culto de los machos cabríos y de los becerros que había hecho.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina