13. Lo estableció en las tierras altas, lo alimentó de los frutos del campo, le dio a gustar la miel de una peña que sale como aceite del hueco de la roca,





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina