Exodo, 29
21. Y tomando de la sangre vertida sobre el altar y del óleo de la consagración, rociarás a Aarón y sus ropas, y con él, a sus hijos y las ropas de ellos. Así será consagrado con sus ropas, y lo mismo sus hijos y las ropas de sus hijos.
21. Y tomando de la sangre vertida sobre el altar y del óleo de la consagración, rociarás a Aarón y sus ropas, y con él, a sus hijos y las ropas de ellos. Así será consagrado con sus ropas, y lo mismo sus hijos y las ropas de sus hijos.
EXODUS 29 se ocupa de la consagración de los sacerdotes levitas, donde Moisés recibe instrucciones detalladas de Dios sobre cómo se debe hacer la ceremonia. Los sacerdotes deben lavarse, vestidos con ropa sagrada y ungida. La ceremonia de consagración era importante para que los sacerdotes pudieran servir a Dios y ofrecer sacrificios en el Tabernáculo. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Exodus 29:
Levítico 8:6: "Entonces Moisés presentó a Aaron y sus hijos y los lavó con agua". Este versículo describe un momento importante en la ceremonia de consagración, cuando Moisés lava a Aaron y sus hijos antes de usarlos con ropa sagrada.
Levítico 8:12: "También vertió el aceite de unción sobre la cabeza de Aaron y lo ungió para santificarlo". Aquí vemos la importancia de la unción con el petróleo durante la consagración de los sacerdotes. Este gesto simbolizó la separación y la santificación de los sacerdotes para el servicio a Dios.
Levítico 8:30: "Moisés también tomó del aceite de unción y la sangre que estaba en el altar, y lo surgió sobre Aaron y sus prendas, así como a sus hijos y sus túnicas, así santificó a Aaron, sus prendas, sus prendas, sus prendas, sus prendas, tus hijos y sus túnicas ". Este versículo describe cómo Moisés ungió a Aaron y sus hijos con el aceite y la sangre del altar, siguiendo las instrucciones de Dios de consagrarlos como sacerdotes.
Levítico 8:33: "No saldrás de la puerta de la tienda de la congregación durante siete días hasta el día en que se cumplan los días de tu consagración; porque durante siete días serás consagrado". Este versículo enfatiza la importancia de la ceremonia de consagración y la separación de sacerdotes durante un período de siete días, antes de que puedan comenzar a realizar sus funciones en el Tabernáculo.
Números 18:7: "Pero para usted y sus hijos con usted, mantendrán su sacerdocio en todo lo que se relaciona con el altar y con lo que está detrás del velo;, por lo tanto, le dará su sacerdocio por regalo; y el extraño que se acerca morirá " Este versículo destaca la exclusividad del sacerdocio levita y cómo solo aquellos que han sido consagrados a este servicio pueden ejercerlo. Este era un asunto serio, y cualquiera que intentara acercarse al altar sin permiso podría ser asesinado.
“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina