5. De los cipreses de Senir sacaron las planchas de tu casco, de un cedro del Líbano, tu mástil, y de las encinas de Basán, tus remos; tu puente era de cedro de las islas de Quitim, con incrustaciones de marfil.





“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina