20. Digámosles en nuestra carta tan sólo que se abstengan de lo que es impuro por haber sido ofrecido a los ídolos, de las relaciones sexuales prohibidas, de la carne de animales sin sangrar y de comer sangre.





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina