27. Felipe se levantó y se puso en camino. Y justamente pasó un etíope, un eunuco de Candaces, reina de Etiopía, un alto funcionario al que la reina encargaba la administración de su tesoro. Había ido a Jerusalén a rendir culto a Dios,





“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina