15. Se desviaron, pues, hacia allí y fueron a pasar la noche. El levita entró y se sentó en la plaza de la ciudad, pero no hubo nadie que le ofreciera casa donde pasar la noche.





“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina