Jueces, 3
20. Entonces se acercó Ehud, mientras el rey estaba sentado en su galería alta particular, que era más fresca. Ehud le dijo: «Señor, tengo un encargo de Dios para ti.»
20. Entonces se acercó Ehud, mientras el rey estaba sentado en su galería alta particular, que era más fresca. Ehud le dijo: «Señor, tengo un encargo de Dios para ti.»
“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina