38. Así sucedió. Gedeón se levantó de madrugada, estrujó el vellón y exprimió su rocío, llenando una copa de agua.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina