Trouvé 74 Résultats pour: Cayeron

  • Estos cuatro descendientes de Rafá habían nacido en Gat y cayeron en manos de David y sus servidores. (2 Samuel 21, 22)

  • Pasado el mediodía cayeron en trance hasta la hora en que se ofrecen los sacrificios de la tarde, pero no se escuchó a nadie que les diera una respuesta o una señal de aceptación. (1 Reyes 18, 29)

  • En los días de Saúl hicieron guerra contra los agareos, que cayeron en sus manos; y habitaron en sus tiendas por toda la parte oriental de Galaad. (1 Crónicas 5, 10)

  • por ser guerra de Dios, cayeron muertos muchos. Habitaron el lugar de ellos hasta el destierro. (1 Crónicas 5, 22)

  • Los filisteos pelearon contra Israel; huyeron los hombres de Israel ante los filisteos, y cayeron heridos de muerte en el monte Gelboé. (1 Crónicas 10, 1)

  • Abías y su tropa les causaron una gran derrota; cayeron quinientos mil hombres escogidos de Israel. (2 Crónicas 13, 17)

  • Asá y la gente que estaba con él los persiguieron hasta Guerar y cayeron de los etíopes hasta no quedar uno vivo, pues fueron destrozados delante de Yavé y su campamento; y se recogió un botín inmenso. (2 Crónicas 14, 12)

  • En el momento en que comenzaron las aclamaciones y las alabanzas, Yavé preparó una trampa en que cayeron los hijos de Amón, los de Moab y los del monte Seír que habían venido para atacar a Judá. (2 Crónicas 20, 22)

  • No sabía que arriba de la pared había gorriones, los cuales dejaron caer sus excrementos que, calientes, cayeron sobre mis ojos, causándome manchas blancas. Fui a los médicos para que me sanaran, pero mientras más remedios me ponían, menos veía, hasta que quedé ciego. Estuve cuatro años sin ver. Mis hermanos estaban afligidos; Ajikar se preocupó de mi alimentación durante dos años, hasta que se trasladó a Elimaida. (Tobías 2, 10)

  • Tobit exclamó: «Que te conserves sano y salvo, hermano. No te enojes porque he querido conocer la verdad acerca de tu familia. Eres de nuestra parentela, de clase buena y honrada. Conozco a Ananías y a Natán, hijos de Semeías, el grande. Ibamos a Jerusalén y rezábamos juntos allí; ellos nunca cayeron en el error cuando se desviaron sus hermanos; tus hermanos son buenos, tu raza es noble. ¡Bien venido seas!» (Tobías 5, 14)

  • Temblaron entonces, y los dos cayeron con el rostro en tierra, llenos de terror. (Tobías 12, 16)

  • ¡Ahí están, cayeron los malhechores, fueron tumbados y no pueden levantarse! (Salmos 36, 13)


A firmeza de todo o edifício depende da fundação e do teto! São Padre Pio de Pietrelcina