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No debe ser bebedor ni peleador, sino indulgente, amigo de la paz y desprendido del dinero. (1º Carta a Timoteo 3, 3)
Los diáconos también han de ser respetables y de una sola palabra, moderados en el uso del vino y que no busquen dinero mal ganado; (1º Carta a Timoteo 3, 8)
Los que tienen amos cristianos no deben perderles el respeto bajo el pretexto de que son hermanos; al contrario, sírvanlos mejor, ya que los que reciben sus servicios son creyentes y hermanos queridos. EL AMOR AL DINERO Esto es lo que debes enseñar e inculcar. (1º Carta a Timoteo 6, 2)
Debes saber que la raíz de todos los males es el amor al dinero. Algunos, arrastrados por él, se extraviaron lejos de la fe y se han torturado a sí mismos con un sinnúmero de tormentos. (1º Carta a Timoteo 6, 10)
los hombres serán egoístas, amantes del dinero, farsantes, orgullosos, chismosos, rebeldes con sus padres, ingratos, sin respeto a la religión; (2º Carta a Timoteo 3, 2)
Pues el supervisor (u obispo), siendo el encargado de la Casa de Dios, debe ser irreprensible: no debe ser autoritario ni de mal genio, ni bebedor, ni peleador o que busque dinero. (Carta a Tito 1, 7)
Un descanso sagrado, pues, espera todavía al pueblo de Dios, (Carta a los Hebreos 4, 9)
No corran tras el dinero, sino más bien confórmense con lo que tienen, pues Dios ha dicho: Nunca te dejaré ni te abandonaré. (Carta a los Hebreos 13, 5)
Y fíjense: después de que el sumo sacerdote ha llevado al Santuario la sangre que ofrece por el pecado, los cuerpos de las víctimas son quemados fuera del recinto sagrado. (Carta a los Hebreos 13, 11)
Salgamos, pues, del recinto sagrado para ir a su encuentro, y carguemos con su misma humillación, (Carta a los Hebreos 13, 13)
Los inspirará el amor al dinero, y se aprovecharán de ustedes con palabras engañosas. Pero ya fue dictada su condenación, y su destrucción es inminente. (2º Carta de Pedro 2, 3)
Abandonaron el camino recto y tomaron el camino de Balaán, hijo de Bosor, al que le gustaba ganar dinero haciendo el mal. (2º Carta de Pedro 2, 15)