Trouvé 1207 Résultats pour: Lia

  • Ustedes son los hijos de los profetas y los herederos de la alianza que Dios pactó con nuestros padres, al decir a Abrahán: A través de tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra. (Hecho de los Apóstoles 3, 25)

  • Se han aliado los reyes de la tierra y los príncipes se han unido contra el Señor y contra su Mesías. (Hecho de los Apóstoles 4, 26)

  • Luego José mandó buscar a su padre Jacob con toda su familia, que se componía de setenta y cinco personas. (Hecho de los Apóstoles 7, 14)

  • Este rey, actuando con astucia contra nuestra raza, obligó a nuestros padres a que abandonaran a sus hijos recién nacidos para que no tuvieran más familia. (Hecho de los Apóstoles 7, 19)

  • Pero el Señor le dijo: «Quítate las sandalias, porque el lugar que estás pisando es tierra santa. (Hecho de los Apóstoles 7, 33)

  • Pues espíritus malos salían de los endemoniados dando gritos, y varios paralíticos y cojos quedaron sanos. (Hecho de los Apóstoles 8, 7)

  • Incluso Simón creyó y se hizo bautizar. No se separaba de Felipe, y no salía de su asombro al ver las señales milagrosas y los prodigios que se realizaban . (Hecho de los Apóstoles 8, 13)

  • Era un hombre piadoso y, al igual que toda su familia, era de los «que temen a Dios». Daba muchas limosnas a los judíos pobres y oraba constantemente a Dios. (Hecho de los Apóstoles 10, 2)

  • El te dará un mensaje por el que te salvarás tú y toda tu familia. (Hecho de los Apóstoles 11, 14)

  • El ángel le dijo en seguida: «Ponte el cinturón y las sandalias.» Así lo hizo, y el ángel agregó: «Ponte el manto y sígueme.» (Hecho de los Apóstoles 12, 8)

  • Pablo y sus compañeros se embarcaron en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Allí Juan se separó de ellos y regresó a Jerusalén, (Hecho de los Apóstoles 13, 13)

  • Ahora bien, Dios ha cumplido su promesa: ha hecho surgir de la familia de David un salvador para Israel, ese es Jesús. (Hecho de los Apóstoles 13, 23)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina