Trouvé 44 Résultats pour: Morirán

  • Yavé dijo entonces a Moisés: "Vuelve a poner la varilla de Aarón delante del Testimonio; allí permanecerá como una advertencia para los rebeldes. Así alejarás de mí sus murmuraciones y no morirán". (Números 17, 25)

  • Si han apartado lo mejor, no cometerán por ello ningún pecado. Cuiden pues de no profanar las ofrendas santas de los Israelitas y no morirán". (Números 18, 32)

  • Si se sorprende a un hombre acostado con una mujer casada, morirán los dos, el adúltero y la adúltera. Así harás desaparecer el mal de Israel. (Deuteronomio 22, 22)

  • Los dejaré cerca del altar para que se llenen de envidia, pero todos morirán antes de tiempo. (1 Samuel 2, 33)

  • Te servirá de señal lo que va a pasar a tus dos hijos Jofni y Finjas: en el mismo día morirán los dos. (1 Samuel 2, 34)

  • Pero no hizo morir a los hijos de ellos, conforme a lo escrito en la Ley, en el libro de Moisés, donde Yavé tenía prescrito:«No morirán los padres por los hijos ni los hijos por los padres,sino que cada uno morirá por su propio pecado.» (2 Crónicas 25, 4)

  • Pero si no lo escuchan, les quitará la vida de un golpe y morirán por no haber entendido. (Job 36, 12)

  • Pero, ahora como hombres morirán y como seres de carne caerán". (Salmos 82, 7)

  • Los vivos saben que morirán; los muertos, nada saben. No tienen nada que esperar: son sólo un recuerdo olvidado. (Eclesiastés (Qohelet) 9, 5)

  • A mi pueblo le falta inteligencia, por eso será desterrado. Sus nobles morirán de hambre, y su pueblo perecerá de sed. (Isaías 5, 13)

  • Por consiguiente, así habla Yavé: Estos profetas, que profetizan en mi nombre, siendo que yo no los he mandado, y que declaran que en este país no habrá ni espada ni hambre; estos profetas morirán, justamente, por espada y por hambre. (Jeremías 14, 15)

  • Todos morirán miserablemente, sin que ni siquiera los lloren ni los sepulten. Sus cadáveres se pudrirán sobre la tierra y servirán de comida para las aves de rapiña y para las fieras.» (Jeremías 16, 4)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina