Trouvé 65 Résultats pour: Práctica

  • Mejor acércate tú para oír todo lo que diga Yavé, nuestro Dios, y luego tú nos las dices para que las pongamos en práctica . (Deuteronomio 5, 27)

  • Pero tú te quedarás conmigo, para que yo te diga todos los mandamientos, preceptos y leyes que habrás de enseñarles y así los pongan en práctica en la tierra que yo quiero que sea suya . (Deuteronomio 5, 31)

  • Escucha, pues, Israel, y cuida de poner en práctica lo que ha de traerte felicidad y prosperidad en esta tierra que mana leche y miel, como lo prometió Yavé, Dios de tus padres. (Deuteronomio 6, 3)

  • Entonces fue cuando Yavé nos ordenó poner en práctica todos estos preceptos y temerle a él, nuestro Dios, pues por ese camino nos iría bien y él nos daría vida, como hoy es el caso. (Deuteronomio 6, 24)

  • Guarda, pues, los mandamientos, normas y ordenanzas que yo te mando hoy poner en práctica. (Deuteronomio 7, 11)

  • Estos son los preceptos, y los mandamientos que procurarás poner en práctica todos los días de tu vida en la tierra que te da Yavé, Dios de tus padres. (Deuteronomio 12, 1)

  • Te acordarás de que fuiste esclavo en Egipto y cuidarás de poner en práctica estos preceptos. (Deuteronomio 16, 12)

  • La llevará consigo, la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Yavé, guardando todas las palabras de la Ley y poniendo en práctica sus preceptos. (Deuteronomio 17, 19)

  • Cuídate de las lepras contagiosas. Observa y pon en práctica lo que te enseñen los sacerdotes levitas; cumple lo que yo les mandé. (Deuteronomio 24, 8)

  • Has de saber que ese mismo día Yavé, tu Dios, te manda cumplir sus normas y sus mandamientos. Tú los guardarás y los pondrás en práctica con todo tu corazón y toda tu alma. (Deuteronomio 26, 16)

  • escucharás, pues, su voz y pondrás en práctica los mandamientos y normas que yo hoy te prescribo.» (Deuteronomio 27, 10)

  • Maldito el que no sigue fiel a las palabras de esta ley poniéndolas en práctica, y todo el pueblo dirá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 26)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina