Trouvé 470 Résultats pour: Sacerdote

  • El sumo sacerdote y toda su gente, que eran el partido de los saduceos, decidieron actuar en la forma más enérgica. (Hecho de los Apóstoles 5, 17)

  • Entraron, pues, en el Templo al amanecer, y se pusieron a enseñar. Mientras tanto el sumo sacerdote y sus partidarios reunieron al Sanedrín con todos los ancianos de Israel y enviaron a buscar a los prisioneros a la cárcel. (Hecho de los Apóstoles 5, 21)

  • Los trajeron y los presentaron ante el Consejo. El sumo sacerdote los interrogó diciendo: (Hecho de los Apóstoles 5, 27)

  • Entonces el sumo sacerdote le preguntó: «¿Es verdad lo que dicen?» (Hecho de los Apóstoles 7, 1)

  • Saulo no desistía de su rabia, proyectando violencias y muerte contra los discípulos del Señor. Se presentó al sumo sacerdote (Hecho de los Apóstoles 9, 1)

  • Y ahora está aquí con poderes del sumo sacerdote para llevar presos a todos los que invocan tu Nombre.» (Hecho de los Apóstoles 9, 14)

  • Incluso el sacerdote del templo de Zeus que estaba fuera de la ciudad trajo hasta las puertas de la misma toros y guirnaldas y, de acuerdo con la gente, quiso ofrecerles un sacrificio. (Hecho de los Apóstoles 14, 13)

  • Entre los que hacían esto estaban los hijos de un sacerdote judío, llamado Escevas. Un día entraron en una casa y se atrevieron a hacer eso, (Hecho de los Apóstoles 19, 14)

  • esto lo saben muy bien el sumo sacerdote y el Consejo de los Ancianos. Incluso me entregaron cartas para nuestros hermanos de Damasco, y salí para detener a los cristianos que allí había y traerlos encadenados a Jerusalén para que fueran castigados. (Hecho de los Apóstoles 22, 5)

  • A este punto el sumo sacerdote Ananías ordenó a sus asistentes que le golpearan en la boca. (Hecho de los Apóstoles 23, 2)

  • Los que estaban a su lado le dijeron: «Estás insultando al sumo sacerdote de Dios.» (Hecho de los Apóstoles 23, 4)

  • Pablo contestó: «Hermanos, yo no sabía que fuera el sumo sacerdote, pues está escrito: No insultarás al jefe de tu pueblo.» (Hecho de los Apóstoles 23, 5)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina