Trouvé 396 Résultats pour: Tesoro del Templo

  • Jesús se había sentado frente a las alcancías del Templo, y podía ver cómo la gente echaba dinero para el tesoro; pasaban ricos, y daban mucho. (Evangelio según San Marcos 12, 41)

  • Cuando Jesús salió del Templo, uno de sus discípulos le dijo: «Maestro, mira qué inmensas piedras y qué construcciones.» (Evangelio según San Marcos 13, 1)

  • Poco después Jesús se sentó en el monte de los Olivos, frente al Templo, y entonces Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron en privado: (Evangelio según San Marcos 13, 3)

  • ¿Por qué no me detuvieron cuando día tras día estaba entre ustedes enseñando en el Templo? Pero tienen que cumplirse las Escrituras.» (Evangelio según San Marcos 14, 49)

  • Pedro lo había seguido de lejos hasta el patio interior del Sumo Sacerdote, y se sentó con los policías del Templo, calentándose al fuego. (Evangelio según San Marcos 14, 54)

  • «Nosotros le hemos oído decir: Yo destruiré este Templo hecho por la mano del hombre, y en tres días construiré otro no hecho por hombres.» (Evangelio según San Marcos 14, 58)

  • Después algunos empezaron a escupirle. Le cubrieron la cara y le golpeaban antes de preguntarle: «¡Hazte el profeta!» Y los policías del Templo lo abofeteaban. (Evangelio según San Marcos 14, 65)

  • Los que pasaban lo insultaban; le decían, moviendo la cabeza: «Tú, que destruyes el Templo y lo levantas de nuevo en tres días, (Evangelio según San Marcos 15, 29)

  • En seguida la cortina que cerraba el santuario del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo. (Evangelio según San Marcos 15, 38)

  • El Espíritu también lo llevó al Templo en aquel momento. Como los padres traían al niño Jesús para cumplir con él lo que mandaba la Ley, (Evangelio según San Lucas 2, 27)

  • Permaneció viuda, y tenía ya ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo día y noche al Señor con ayunos y oraciones. (Evangelio según San Lucas 2, 37)

  • Al tercer día lo hallaron en el Templo,sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. (Evangelio según San Lucas 2, 46)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina