Trouvé 63 Résultats pour: burro

  • ¡La fusta para el caballo, las riendas para el burro, y el palo para la espalda de los imbéciles! (Proverbios 26, 3)

  • Feliz también el hombre que vive con una mujer juiciosa; que no ara con un burro y un buey juntos; que no ha cometido errores al hablar; que no sirve a un patrón indigno de él. (Sirácides (Eclesiástico) 25, 8)

  • Para el burro: el forraje, el palo y la carga; para el sirviente: el pan, las correcciones y el trabajo. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 25)

  • El buey conoce a su dueño y el burro el pesebre de su señor; pero Israel no me conoce, mi pueblo no comprende.» (Isaías 1, 3)

  • Oráculo sobre los animales del Negueb: A través de una tierra pobre y triste, poblada por leones y por víboras y serpientes voladoras, llevan sus tesoros, a lomo de burro, y sus riquezas sobre la joroba de camellos, a un pueblo que no les prestará ninguna ayuda. (Isaías 30, 6)

  • Felices ustedes, que sembrarán entonces a orillas de todos los esteros o soltarán sin problemas su buey o su burro. (Isaías 32, 20)

  • Será enterrado como un burro, lo arrastrarán y lo tirarán fuera de las puertas de Jerusalén. (Jeremías 22, 19)

  • Israel ha sido devorado y ahora aparece en medio de las naciones como una cosa que no sirve. Efraím era un burro orgulloso. (Oseas 8, 8)

  • Salta, llena de gozo, oh hija de Sión, lanza gritos de alegría, hija de Jerusalén. Pues tu rey viene hacia ti; él es santo y victorioso, humilde, y va montado sobre un burro, sobre el hijo pequeño de una burra. (Zacarías 9, 9)

  • diciéndoles: «Vayan a ese pueblo que ven enfrente; apenas entren encontrarán un burro amarrado, que ningún hombre ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo aquí. (Evangelio según San Marcos 11, 2)

  • Se fueron y encontraron en la calle al burro, amarrado delante de una puerta, y lo desataron. (Evangelio según San Marcos 11, 4)

  • Algunos de los que estaban allí les dijeron: «¿Por qué sueltan ese burro?» (Evangelio según San Marcos 11, 5)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina