Trouvé 366 Résultats pour: cortinas del templo

  • Igualmente en el lado septentrional había a lo largo cortinas de cincuenta metros con veinte columnas y otras tantas basas de bronce, y sus ganchos y varillas de plata. (Exodo 38, 11)

  • Además, en lo ancho del atrio que mira al oeste había cortinas por espacio de veinticinco metros, con diez columnas y otras tantas basas de bronce. (Exodo 38, 12)

  • se pusieron cortinas de siete metros y medio por cada lado, (Exodo 38, 14)

  • Todas las cortinas del atrio alrededor eran de fino lino retorcido. (Exodo 38, 16)

  • Pero a la entrada del atrio se puso una cortina de diez metros de lino fino retorcido color morado, púrpura y de grana dos veces teñida: una obra de bordador. Tenía diez metros de largo y dos y medio de altura, como las cortinas del atrio. (Exodo 38, 18)

  • llevarán las cortinas de la Morada y de la Tienda de las Citas, el toldo y la capa de cuero fino que la cubre por encima y la cortina de la entrada de la Tienda de las Citas, (Números 4, 25)

  • «Es nuestro hermano.» Le dieron, pues, setenta monedas de plata del templo de Baal-Berit, con las que Abimelec contrató a hombres malvados y aventureros que marcharon con él. (Jueces 9, 4)

  • Un día salieron éstos al campo a vendimiar sus viñas, pisaron las uvas, hicieron fiestas y entraron en el templo de su dios, donde comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec. (Jueces 9, 27)

  • Al saberlo, los habitantes de la torre de Siquem se metieron en el subterráneo del templo de El-Berit. (Jueces 9, 46)

  • Verán a sus rivales bendiciendo a Israel desde el Templo, y ellos no llegarán a ancianos. (1 Samuel 2, 32)

  • Aún no estaba apagada la lámpara de Dios, y Samuel estaba acostado en el Templo de Yavé, donde se encontraba el Arca de Dios. (1 Samuel 3, 3)

  • Allí la pusieron en el templo de Dagón, colocándola junto al ídolo de Dagón. (1 Samuel 5, 2)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina