Trouvé 73 Résultats pour: gobernador

  • Luego lo ataron y lo llevaron para entregárselo a Pilato, el gobernador. (Evangelio según San Mateo 27, 2)

  • Jesús compareció ante el gobernador, y éste comenzó a interrogarlo. Le preguntó: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Jesús contestó: «Tú eres el que lo dice.» (Evangelio según San Mateo 27, 11)

  • Pero Jesús no dijo ni una palabra, de modo que el gobernador se sorprendió mucho. (Evangelio según San Mateo 27, 14)

  • Con ocasión de la Pascua, el gobernador tenía la costumbre de dejar en libertad a un condenado, a elección de la gente. (Evangelio según San Mateo 27, 15)

  • Cuando el gobernador volvió a preguntarles: «¿A cuál de los dos quieren que les suelte?», ellos contestaron: «A Barrabás.» (Evangelio según San Mateo 27, 21)

  • Se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, y el gobernador ordenó que se lo entregaran. (Evangelio según San Mateo 27, 58)

  • Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. (Evangelio según San Lucas 2, 2)

  • Era el año quince del reinado del emperador Tiberio. Poncio Pilato era gobernador de Judea, Herodes gobernaba en Galilea, su hermano Filipo en Iturea y Traconítide, y Lisanias en Abilene; (Evangelio según San Lucas 3, 1)

  • Entonces empezaron a seguir a Jesús de cerca; le enviaron unos espías que fingieron buena fe para aprovecharse de sus palabras y poder así entregarlo al gobernador y su justicia. (Evangelio según San Lucas 20, 20)

  • ¿Qué juicio? El del gobernador de este mundo: ya ha sido condenado. (Evangelio según San Juan 16, 11)

  • Llevaron a Jesús de la casa de Caifás al tribunal del gobernador romano. Los judíos no entraron para no quedar impuros, pues ese era un lugar pagano, y querían participar en la comida de la Pascua. (Evangelio según San Juan 18, 28)

  • y lo libró de todas sus tribulaciones; le concedió sabiduría y lo hizo grato a los ojos de Faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador de Egipto y de toda su casa. (Hecho de los Apóstoles 7, 10)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina