Trouvé 94 Résultats pour: hambruna en Canaán

  • Ellos se defendieron diciéndole: «Eramos doce hermanos, hijos de un mismo padre, que vive en Canaán. El menor se quedó con nuestro padre, y el otro ya no vive.» (Génesis 42, 13)

  • Al llegar donde su padre Jacob, en la tierrra de Canaán, le contaron todo lo que les había sucedido: (Génesis 42, 29)

  • Éramos doce hermanos, hijos del mismo padre, pero uno de nosotros ya no vive, y el hermano más pequeño se quedó con nuestro padre en el país de Canaán". (Génesis 42, 32)

  • Si te trajimos desde Canaán la plata que encontramos en nuestras bolsas, ¿cómo íbamos ahora a robar oro y plata de la casa de tu señor? (Génesis 44, 8)

  • Faraón dijo a José: «Diles esto a tus hermanos: "Carguen sus burros y regresen a Canaán. (Génesis 45, 17)

  • Subieron de Egipto y llegaron a Canaán, donde estaba Jacob, su padre. (Génesis 45, 25)

  • También tomaron sus rebaños y todo lo que habían adquirido en Canaán, y así entraron en Egipto Jacob y toda su descendencia, (Génesis 46, 6)

  • Después dijo José a sus hermanos y a toda la familia de su padre: «Voy ahora mismo a anunciar a Faraón que mis hermanos y la familia de mi padre, que vivían en tierra de Canaán, acaban de llegar. (Génesis 46, 31)

  • Llegó, pues, José donde estaba el Faraón con la noticia de que su padre y sus hermanos habían llegado de Canaán con sus rebaños, vacas y demás pertenencias, y que se encontraban en la tierra de Gosén. (Génesis 47, 1)

  • Hemos venido a vivir en este país porque ya no quedaban pastos para nuestros rebaños, debido a la gran sequía que asola el país de Canaán. Por eso te rogamos que nos permitas vivir en la tierra de Gosén.» (Génesis 47, 4)

  • La escasez se hizo más fuerte y no se encontraban alimentos en toda la tierra; Egipto y Canaán estaban agotados por el hambre. (Génesis 47, 13)

  • Entonces José acaparó toda la plata que había en la tierra de Egipto y de Canaán, a cambio del trigo que compraban, y llevó toda esa plata al palacio de Faraón. (Génesis 47, 14)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina