Trouvé 207 Résultats pour: muerto

  • Con solo verlos, antes de ser atacados, se habrían muerto de espanto. (Sabiduría 11, 19)

  • Que se alargue la enfermedad, bromea el médico... el rey de hoy estará muerto mañana. (Sirácides (Eclesiástico) 10, 10)

  • Una vez muerto, el hombre no tiene ante sí más que la podredumbre, las fieras y los gusanos. (Sirácides (Eclesiástico) 10, 11)

  • El muerto no puede alabar, es como si no existiera; es el vivo, el que está sano, el que alaba al Señor. (Sirácides (Eclesiástico) 17, 28)

  • Instruir a un tonto es como pegar de nuevo un cántaro roto o despertar a un hombre muerto de sueño. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 9)

  • Llora por un muerto: perdió la luz; llora por un tonto: perdió el espíritu. Laméntate menos por un muerto, porque encontró el descanso, pero la vida de un tonto es peor que la muerte. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 11)

  • Por un muerto son siete días de duelo, pero por el tonto y el impío, son todos los días de su vida. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 12)

  • Cuando su padre desaparezca, será como si no hubiera muerto, porque dejará tras de sí a otro como él. (Sirácides (Eclesiástico) 30, 4)

  • Si uno se baña después de haber tocado a un muerto, y lo toca de nuevo, ¿de qué le sirve la purificación? Es lo que pasa con el que ayuna por sus pecados y luego vuelve a cometerlos: ¿quién escuchará su oración? ¿De qué le sirvió su penitencia? (Sirácides (Eclesiástico) 34, 25)

  • Mucha gente ha muerto por esos excesos, mientras que los que se moderan prolongan su vida. (Sirácides (Eclesiástico) 37, 31)

  • Hijo mío, derrama lágrimas por un muerto y entona la lamentación que expresará tu dolor. Luego entierra su cuerpo como se debe, no descuides nada referente a su sepultura. (Sirácides (Eclesiástico) 38, 16)

  • Desde el momento que el muerto reposa, haz que también repose su recuerdo; consuélate desde el momento que haya expirado. (Sirácides (Eclesiástico) 38, 23)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina