Trouvé 71 Résultats pour: objetos

  • Ahora recuerdo los males que cometí en Jerusalén, los objetos de oro y plata que robé, los habitantes de Judea que mandé matar sin motivo. (1 Macabeos 6, 12)

  • Entonces el Señor mostrará de nuevo estos objetos y su Gloria se manifestará con la nube, igual que se manifestó en tiempos de Moisés y cuando Salomón pidió a Dios que viniera a consagrar su casa.» (2 Macabeos 2, 8)

  • Menelao pensó aprovechar aquella oportunidad, y robó algunos objetos de oro del Templo, que regaló a Andrónico; también logró vender otros en Tiro y en las ciudades de los alrededores. (2 Macabeos 4, 32)

  • Lisímaco cometió muchos robos sacrílegos en Jerusalén con el consentimiento de Menelao, y, como la cosa se supo, la multitud se amotinó contra Lisímaco, después que muchos objetos de oro ya habían salido de la ciudad. (2 Macabeos 4, 39)

  • Con sus manos manchadas tomó los vasos sagrados y arrebató con sus manos profanas los objetos que otros reyes habían regalado para gloria y honor del Templo. (2 Macabeos 5, 16)

  • Bajo la túnica de cada muerto encontraron objetos consagrados a los ídolos de Jamnia, prohibidos por la Ley a los judíos. Comprendieron entonces por qué habían muerto. (2 Macabeos 12, 40)

  • Veamos ahora a un alfarero: moldea concienzudamente la blanda arcilla, modela para nuestra utilidad toda clase de objetos. De la misma masa saca utensilios destinados a usos nobles y otros, a usos ordinarios. ¿Para qué servirá tal o cual cántaro? Eso lo decide el alfarero. (Sabiduría 15, 7)

  • porque sus manos impías de mortal sólo producían cosas muertas. Ese hombre tiene más valor que los objetos que adora: él por lo menos vive, pero éstos, jamás. (Sabiduría 15, 17)

  • Los objetos celestes no chocan con sus vecinos, ni desobedecen jamás sus órdenes. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 28)

  • pues bien, como he tratado a Samaria y a sus ídolos, ¿no seré capaz de hacer lo mismo con Jerusalén y sus objetos sagrados? (Isaías 10, 11)

  • ¡Bel se desploma y Nebo se derrumba! Sus ídolos son puestos sobre bestias de carga, sus objetos sagrados son un peso para las bestias cansadas. (Isaías 46, 1)

  • Sí, esto es lo que dice Yavé de los Ejércitos, Dios de Israel, sobre los objetos que quedaron en la Casa de Yavé, en el palacio real y en Jerusalén: (Jeremías 27, 21)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina