Trouvé 145 Résultats pour: pilas de bronce

  • El rey Salomón mandó a buscar a Hiram de Tiro. Este era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, pero su padre era de Tiro y artesano en bronce. (1 Reyes 7, 13)

  • En primer lugar fundió dos columnas de bronce, cada una de nueve metros de alto. Un hilo de seis metros medía la circunferencia de cada columna. (1 Reyes 7, 15)

  • Fundió asimismo dos capiteles de bronce de dos metros y medio de alto, (1 Reyes 7, 16)

  • Moldeó en bronce granadas, dos filas alrededor de cada trenzado, cuatrocientas en total, doscientas en cada capitel. (1 Reyes 7, 18)

  • También, de bronce fundido, hizo una gran concha, conocida por el nombre de Mar, completamente redonda, que tenía cinco metros de borde a borde, y dos metros y medio de altura. Un hilo de quince metros medía su contorno. (1 Reyes 7, 23)

  • Hizo también diez basas de bronce, de dos metros de largo, por dos de ancho y uno y medio de alto. (1 Reyes 7, 27)

  • Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce y ejes de bronce; sus cuatro pies tenían asas para soportar sus piletas; eran fundidas igual que los adornos. (1 Reyes 7, 30)

  • Hizo también diez piletas de bronce con capacidad para cuarenta medidas cada una; medían dos metros y las colocó sobre cada una de las basas. (1 Reyes 7, 38)

  • los ceniceros, las paletas y los calderos chicos. Todos estos objetos eran de bronce brillante. (1 Reyes 7, 45)

  • en tan enorme cantidad que no se pudo calcular el peso del bronce. (1 Reyes 7, 47)

  • Aquel día el rey consagró el interior del patio que está delante de la Casa, pues ofreció allí el holocausto, la oblación y las grasas de los sacrificios de comunión, porque el altar de bronce que estaba ante Yavé se hizo chico ese día, para contener todas las víctimas sacrificadas. (1 Reyes 8, 64)

  • Roboam hizo en su lugar escudos de bronce, que confió a los jefes de la guardia real, que custodiaban la entrada de la casa del rey. (1 Reyes 14, 27)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina