Trouvé 57 Résultats pour: ramas

  • Había sido sin embargo plantada en buena tierra, donde no faltaba el agua, podía extender sus ramas, dar frutos y ser una parra magnífica. (Ezequiel 17, 8)

  • La plantaré en una alta montaña de Israel, se desarrollará, dará frutos y se convertirá en un cedro magnífico; bajo él descansarán aves de todas las especies, se cobijarán a la sombra de sus ramas. (Ezequiel 17, 23)

  • Tú eras un cedro del Líbano de magníficas ramas y de abundante follaje, de altura tan grande que alcanzabas las nubes. (Ezequiel 31, 3)

  • Era el más alto de los árboles del campo, sus ramas se habían multiplicado, su ramaje cubría todo su derredor gracias a la abundancia de las aguas. (Ezequiel 31, 5)

  • En sus ramas anidaban todos los pájaros del cielo ( ) y numerosos pueblos se cobijaban bajo su sombra. ( (Ezequiel 31, 6)

  • Su altura, sus largas ramas constituían su belleza, sus raíces estaban orientadas hacia abundantes aguas.) (Ezequiel 31, 7)

  • Ningún cedro le igualaba en el jardín de Dios: ni los cipreses tenían tales ramas, ni los plátanos, tal follaje ( ). (Ezequiel 31, 8)

  • Extranjeros, los sepultureros de los pueblos, lo cortaron: lo echaron abajo en la montaña y sus ramas cayeron en todos los valles. Se quebraron en el fondo de los barrancos; todos los pueblos de la tierra se retiraron de su sombra y lo abandonaron. (Ezequiel 31, 12)

  • Los pájaros del cielo se posan sobre sus restos y las fieras salvajes se instalan en medio de sus ramas. (Ezequiel 31, 13)

  • Que no se vea más en adelante a un árbol bien regado que se enorgullezca de su grandeza, o que quiera alcanzar con sus ramas hasta las nubes. Ningún árbol cuyas raíces alcanzan las aguas profundas pondrá su confianza en sí mismo, porque todos están condenados a muerte, todos irán a parar a la morada de los muertos igual que los humanos que descienden a la tumba. (Ezequiel 31, 14)

  • El árbol creció, se hizo corpulento, llegó hasta el cielo, y desde los confines de la tierra podían verse sus ramas (Daniel 4, 8)

  • Su ramaje era hermoso y su fruto abundante, había en él comida para todos, a su sombra se protegían los animales del campo, en sus ramas anidaban los pájaros del cielo y todos los seres vivos se alimentaban de él (Daniel 4, 9)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina