Trouvé 364 Résultats pour: sangre

  • Todos los de ustedes que derramaron sangre o que tocaron a algún muerto, quedarán fuera del campamento durante siete días, y se purificarán el tercer y el séptimo día. Ustedes harán lo mismo con las cautivas. (Números 31, 19)

  • Esas ciudades le servirán de refugio contra el vengador de la sangre, para que no sea muerto antes de haber sido juzgado por la comunidad. (Números 35, 12)

  • El mismo vengador de la sangre dará muerte al asesino en cuanto lo encuentre. (Números 35, 19)

  • o si, por maldad, lo ha golpeado con las manos causándole la muerte, es un asesino y debe morir. El vengador de la sangre dará muerte al asesino en cuanto lo encuentre. (Números 35, 21)

  • la comunidad juzgará entre el homicida y el vengador de la sangre según estas normas. (Números 35, 24)

  • Salvará a este hombre de la mano del vengador de la sangre y lo hará volver a la ciudad de asilo en la que se refugió. Allí vivirá hasta la muerte del sumo sacerdote ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)

  • y el vengador de la sangre lo encuentra fuera del límite de su ciudad de asilo, podrá matar al homicida, sin que le pidan cuenta por esa sangre. (Números 35, 27)

  • Cuídense de no profanar la tierra en que están; sepan que la sangre es lo que profana la tierra, y la tierra no queda expiada de la sangre derramada más que con la sangre del que la derramó. (Números 35, 33)

  • Cuiden tan sólo de no comer la sangre sino que la derramarán en la tierra como se derrama el agua. (Deuteronomio 12, 16)

  • Cuidarás tan sólo de no comer la sangre, porque la sangre es la vida y no debes comer la vida con la carne. (Deuteronomio 12, 23)

  • Allí sacrificarás tus holocaustos, tanto la carne como la sangre, sobre el altar de Yavé, tu Dios. La sangre de tus sacrificios se derramará también sobre este altar, y luego comerás la carne. (Deuteronomio 12, 27)

  • Solamente te cuidarás de no comer la sangre, que derramarás en el suelo, como el agua. (Deuteronomio 15, 23)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina