Trouvé 224 Résultats pour: volvió

  • Se volvió, y al verme me llamó. (2 Samuel 1, 7)

  • Abner se volvió y le preguntó: «¿Eres tú Asael?» Respondió: «Yo soy». (2 Samuel 2, 20)

  • Joab volvió de la persecución de Abner y reunió a toda su tropa. De entre los servidores de David, además de Asael faltaban diecinueve hombres. (2 Samuel 2, 30)

  • Abner, entonces, volvió a Hebrón. A la entrada de la ciudad, Joab lo llevó aparte, como para hablarle confidencialmente, y allí lo hirió mortalmente en el estómago, para vengar así la muerte de su hermano Asael. (2 Samuel 3, 27)

  • Mipibaal volvió a inclinarse y dijo: «¿Quién es tu servidor para que te hayas fijado en un perro muerto como yo?» (2 Samuel 9, 8)

  • Cuando los amonitas vieron que los arameos habían huído, retrocedieron ante Abisaí y se encerraron en la ciudad. Enton ces Joab puso fin a la campaña contra los amo nitas y volvió a Jerusalén. (2 Samuel 10, 14)

  • Después ella volvió a su casa. Pero quedó embaraza da y se lo comunicó a David. (2 Samuel 11, 5)

  • El rey volvió y llegó al río Jordán. Los de Judá habían llegado hasta Guilgal,para salir y encontrar al rey, y ayudarlo a pasar el Jordán. (2 Samuel 19, 16)

  • También vino a su encuentro Mipibaal, hijo de Saúl, que no se había lavado los pies ni las manos, ni arreglado su bigote, ni lavado su ropa, desde el día en que el rey se había marchado hasta que volvió en paz. (2 Samuel 19, 25)

  • Después del rey, todo el pueblo atravesó el río Jordán. David besó y bendijo a Barzilay y éste volvió a su casa. (2 Samuel 19, 40)

  • Juntó a todo el pueblo y le habló con tal convencimiento, que cortaron la cabeza a Sebá y se la arrojaron a Joab. Entonces éste hizo sonar la trompeta y se alejó de la ciudad; cada uno se volvió a su casa, y Joab, a Jerusalén, donde estaba el rey. (2 Samuel 20, 22)

  • Al despertar Salomón, se dio cuenta de que era un sueño. Volvió entonces a Jerusalén y se puso delante del Arca de la Alianza del Señor. Ofreció víctimas consumidas por el fuego y también sacrificios de comunión, dando un banquete a todos sus servidores. (1 Reyes 3, 15)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina