Trouvé 194 Résultats pour: Campamento

  • A la hora del crepúsculo partieron hacia el campamento de los arameos. Pero cuando llegaron al extremo del campamento, vieron que allí no había nadie. (II Reyes 7, 5)

  • Porque el Señor había hecho oír en el campamento de los arameos un ruido de carros, un fragor de caballos y el estruendo de un gran ejército, de manera que se dijeron unos a otros: "Miren, el rey de Israel ha contratado como mercenarios a los reyes de los hititas y a los reyes de los musritas, para que avancen contra nosotros". (II Reyes 7, 6)

  • Así, a la hora del crepúsculo, habían emprendido la huida, abandonando carpas, caballos y asnos, y el campamento tal como estaba; se habían dado a la fuga para salvar sus vidas. (II Reyes 7, 7)

  • Aquellos leprosos llegaron al extremo del campamento y entraron en una carpa; y después que comieron y bebieron, se llevaron de allí plata, oro y ropa, y fueron a esconderlos. Después volvieron, entraron en otra carpa, y se llevaron otras cosas que también fueron a esconder. (II Reyes 7, 8)

  • Entonces fueron a llamar a los porteros de la ciudad y les informaron, diciendo: "Hemos entrado en el campamento de los arameos y no había nadie; no se oía ni una sola voz humana. Sólo estaban los caballos y los asnos atados, y las carpas intactas". (II Reyes 7, 10)

  • El rey se levantó de noche y dijo a sus servidores: "Les voy a explicar lo que han urdido contra nosotros los arameos. Como ellos saben que estamos hambrientos, han salido del campamento y se han ocultado en el campo, diciendo: Van a salir de la ciudad; entonces los capturaremos vivos y entraremos en la ciudad". (II Reyes 7, 12)

  • Tomaron dos carros con sus caballos, y el rey los envió a seguir los rastros del campamento arameo, diciendo: "Vayan a ver". (II Reyes 7, 14)

  • El pueblo salió a saquear el campamento de los arameos, y se tuvo un balde de harina por un siclo, y dos baldes de cebada por el mismo precio, conforme a la palabra del Señor. (II Reyes 7, 16)

  • Aquella misma noche, el Ángel del Señor salió e hirió en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres. Y cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres, que estaban muertos. (II Reyes 19, 35)

  • Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, emprendió el regreso y se quedó en Nínive. (II Reyes 19, 36)

  • y ellos están hasta el presente junto a la puerta del rey, al este. Los porteros del campamento de los hijos de Leví fueron: (I Crónicas 9, 18)

  • Salúm, hijo de Coré, hijo de Ebiasaf, hijo de Córaj, y sus hermanos los corajitas, de la misma familia. Ellos se ocupan del culto como guardianes de los umbrales de la Carpa, porque sus padres habían tenido a su cargo la guardia de acceso al campamento del Señor. (I Crónicas 9, 19)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina