Trouvé 795 Résultats pour: José de Egipto

  • Aborrezcan el mal, amen el bien, y hagan triunfar el derecho en la Puerta: tal vez el Señor, Dios de los ejércitos, tenga piedad del resto de José. (Amós 5, 15)

  • beben el vino en grandes copas y se ungen con los mejores aceites, pero no se afligen por la ruina de José. (Amós 6, 6)

  • ¿No temblará la tierra a causa de esto y estarán de duelo todos sus habitantes? Crecerá toda entera como el Nilo, se hinchará y bajará como el Río de Egipto. (Amós 8, 8)

  • El Señor de los ejércitos toca la tierra y ella se deshace, y todos sus habitantes están de duelo; la tierra entera crece como el Nilo y luego baja como el Río de Egipto. (Amós 9, 5)

  • Israelitas, ¿no son ustedes para mí como los cusitas? -oráculo del Señor-. ¿Acaso no hice salir a Israel del país de Egipto, como a los filisteos de Caftor y a los arameos de Quir? (Amós 9, 7)

  • ¡La casa de Jacob será un fuego, la casa de José, una llama y la casa de Esaú, la paja! La abrasarán y la consumirán, y no habrá sobrevivientes en la casa de Esaú, porque ha hablado el Señor. (Abdías 1, 18)

  • ¿Será porque te hice subir de Egipto, porque te rescaté de un lugar de esclavitud y envié delante de ti a Moisés, Aarón y Miriam? (Miqueas 6, 4)

  • aquel día vendrán hacia ti desde Asiria hasta Egipto y desde Egipto hasta el Río, de un mar hasta el otro y de una montaña hasta la otra. (Miqueas 7, 12)

  • Como en los días en que salías de Egipto, muéstranos tus maravillas. (Miqueas 7, 15)

  • Cus y Egipto eran su fuerza, una fuerza ilimitada; Put y los libios eran sus auxiliares. (Nahún 3, 9)

  • según el compromiso que contraje con ustedes cuando salieron de Egipto, y mi espíritu permanece en medio de ustedes. ¡No teman! (Ageo 2, 5)

  • Yo fortificaré a la casa de Judá y salvaré a la casa de José. Los restableceré porque tendré piedad de ellos, y serán como si yo no los hubiera rechazado, porque yo soy el Señor, su Dios, y los escucharé. (Zacarías 10, 6)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina