Trouvé 54 Résultats pour: Labán

  • "¿Qué debo darte en pago?", preguntó Labán. Y Jacob respondió: "No tendrás que pagarme nada. Si haces lo que te voy a proponer, yo volveré a apacentar tu rebaño y a ocuparme de él. (Génesis 30, 31)

  • "Está bien, dijo Labán, que sea como tú dices". (Génesis 30, 34)

  • Pero aquel mismo día, Labán separó los chivos rayados y moteados, todas las cabras manchadas y moteadas -todo lo que tenía una mancha blanca- y todos los corderos negros, y los confió al cuidado de sus hijos. (Génesis 30, 35)

  • Después interpuso entre él y Jacob una distancia de tres días de camino. Mientras tanto, Jacob apacentaba el resto del rebaño de Labán. (Génesis 30, 36)

  • Además, Jacob separó a los carneros y los puso frente a los animales rayados y negros del rebaño de Labán. Así pudo formar sus propios rebaños, que mantuvo separados de los rebaños de Labán. (Génesis 30, 40)

  • pero cuando los animales eran débiles, no las ponía. Así los animales robustos eran para Jacob, y los débiles para Labán. (Génesis 30, 42)

  • Jacob se enteró de que los hijos de Labán andaban diciendo: "Jacob se ha apoderado de todos los bienes de nuestro padre, y a expensas de él ha conseguido toda esta riqueza". (Génesis 31, 1)

  • Y también advirtió que la actitud de Labán para con él ya no era la misma de antes. (Génesis 31, 2)

  • Entonces él me dijo: ‘Fíjate bien: todos los chivos que cubren a las cabras son rayados, manchados o moteados, porque yo me he dado cuenta de todo lo que te hizo Labán. (Génesis 31, 12)

  • Como Labán estaba ausente, esquilando sus ovejas, Raquel se adueñó de los ídolos familiares que pertenecían a su padre. (Génesis 31, 19)

  • Y Jacob engañó a Labán, el arameo, porque huyó sin decirle una palabra. (Génesis 31, 20)

  • Al tercer día notificaron a Labán que Jacob había huido. (Génesis 31, 22)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina